lunes, 26 de junio de 2017

Bitácora actualizada: ¿Cómo llegar a Chile por tierra?



Por: Claudio Matheuz 
IG: @cmatheuz90

Salimos desde Valencia, un grupo de cuatro personas. Hacerlo de esta manera, ayudará a reducir gastos. Primero vamos con lo esencial que debes llevar para hacer el viaje: 

1) Comida: Lo obvio es llevar comida imperecedera. Enlatados básicamente (atún y no mucho diablito, mucha grasa y podría caer pesado en el estómago), son muy buenos los productos untables como la Rikesa o el Dalvito. Pan de sándwich, galletas (soda, María, Oreo, Club Social) dulces: caramelos, chocolates, chicles. 

Además, recomendaría no llevar nada de productos lácteos, la razón es evitar dolores de barriga. También es importante llevar productos altos en fibra como granola, maní, nueces. La razón es que son altos en proteínas y eso ayudará a saciar el hambre y bajar la ansiedad durante el viaje. 

2) Medicina: Es bueno llevar gotas para la nariz, Atamel, Brugecic, Loratadine, Teragrip en tabletas (más práctico) y cualquier producto que sirva para detener la diarrea, además de un protector gástrico.

3) Ropa: Llevar sólo lo esencial y necesario. Lo mejor es evitar el exceso de peso. Serán horas de viaje y en ocasiones hay que caminar; así que no sería idóneo llevar demasiadas cosas. 

4) Dólares: Corrimos con la suerte de que no nos revisaron mucho. De hecho, nos detuvieron una sola vez, a pocos kilómetros de San Antonio, y no hubo ningún tipo de escena por parte de los guardias. Mis dólares los llevaba entre mis bóxers envueltos en una bolsa para evitar que el calor y la humedad los afectara. 


DATO 1: 

Es ideal llevar dolares en buen estado, porque  las casas de cambio no los aceptan manchados o muy deteriorados. Ellos alegan que los bancos no los aceptan en "mal estado". 


Sin embargo, de no poder contar con billetes "perfectos", pueden reservarlos para usarlos en Ecuador, al ser su moneda oficial no le dan mayor importancia a las manchas o al deterioro. 

5) Higiene: Los Toallas Húmedas serán súper útiles #SusMejoresAliadas. Tengan en cuenta que pasarán muchas horas en bus y allí no hay duchas. Recuerden llevar su desodorante, champú y jabón.

5) Viaje: El pasaje desde expresos Los Llanos hasta San Cristóbal cuesta 15 mil bolívares. Se debe comprar el mismo día de la partida por la mañana. 


DATO 2:

Se recomienda ir muy temprano (5:30AM).



Viernes 16 de junio de 2017

La hora de salida del bus será a las 4:30 de la tarde, aunque puede tener retrasos considerables... Nosotros salimos a las 7 de la noche y el viaje fue de unas 12 horas. 

Sábado 17 de junio de 2017

Al llegar al terminal privado de Expresos Los Llanos en Táchira, deberán tomar un taxi hasta San Antonio (para evitar contratiempos) el costo rondará entre 36 mil y 40 mil (vale regatear). 

Una vez en San Antonio, deberán comprar una estampilla de salida en una esquina en frente de la aduana. Esa estampilla es un requisito que solicitan en migración, para poder sellar el pasaporte. 

Una vez paga la tasa de salida, deberán hacer la cola para sellar el pasaporte de salida de Venezuela. 

DATO 3:

En la cola habrán "asistentes de viaje" estos personajes intentarán venderte "los mejores" paquetes de viaje, algunos ayudan, otros no tanto. Ofrecerán viajes "directos" hasta Guayaquil, Ecuador o Piura, Perú. Niéguense rotundamente, no existen viajes directos a ninguno de esos destinos. Sólo quieren sacarles más dinero.


*Cúcuta, Colombia*

Una vez sellado el pasaporte y después de haber entrado a Cúcuta, deberán cambiar algunos dólares, yo recomiendo cambiar 120 dólares por persona. Eso serían aproximadamente: 319 mil 200 pesos colombianos que servirán para pagar el boleto de bus y gastos varios durante las 36 horas de viaje hasta Ecuador. 

Para tener un viaje cómodo, la mejor empresa es Omega. Sus buses son los más modernos. Cuentan con pantallas individuales para cada pasajero en la que podrán disfrutar de música, juegos y películas. Además, ofrecen Wifi y toma corrientes para los teléfonos. Omega cuenta con dos horas de salida: a las 2:30 y a las 5:30 de la tarde.

El costo del boleto es de 240 mil pesos. Una vez hecha la compra, se dirigirán a migración Colombia para sellar el pasaporte de entrada. 


DATO 4:

En las instalaciones de Omega, podrán ducharse.
El viaje contará con dos paradas. En dichos "descansos" podrán almorzar, y en la primera parada, podrán echarse un baño.


Lunes 19 de junio de 2017

*Rumichaca, Ecuador* 

Una vez lleguen a Rumichaca a eso de las 5:30 de la mañana (ciudad fronteriza entre Ecuador y Colombia) podrán sellar el pasaporte de salida de Colombia y cambiar los pesos colombianos sobrantes por algunos dólares. 

Una vez sellado el pasaporte de salida de Colombia, deberán dirigirse a migración Ecuador para sellar la entrada al país.

Luego de sellar el pasaporte, deberán tomar un taxi hasta el terminal de Tulcán. El costo será de unos 3,5 a 4 dólares. 

En el terminal de Tulcán, tomarán un bus hasta Guayaquil. Acá también podrán encontrar buses con Wifi por un costo no mayor a 17 dólares que parte a las 7:30 de la mañana. El viaje hasta Guayaquil será de unas 12 horas y contará con una única parada. 


DATO 5: 

Recuerden que pueden gastar sus "dólares feos" sin ningún tipo de problemas en Ecuador, así que no pierdan la oportunidad.


Desde el terminal de Guayaquil, tomarán un bus hasta Piura, Perú. La empresa que tomamos fue CIFA. El costo del pasaje es de 15 dólares con 50, y parte a las 9 de la noche. 


*Piura, Perú*

Martes 20 de junio de 2017

A mitad de viaje, llegarán a migración Ecuador/Perú y sellarán la salida de Ecuador y la entrada a Perú en la misma oficina.  

El viaje hasta Piura será de unas 16 horas. Una vez lleguen a la terminal, a eso de las 8 de la mañana, tendrán a personas ofreciéndoles paquetes... Ignórenlos y listo. 

A la salida del terminal, caminarán unos metros a mano derecha hacia las oficinas de CIVA. Esta empresa ofrece los mejores servicios de Perú. Allí compraran el boleto hasta Lima, con un costo que rondará entre los 14 y 24 dólares, y su bus sale a las 4:30 de la tarde y el viaje es de unas 16 horas.

Otra opción: Habrán otras opciones más económicas como la línea Ronco. El costo del pasaje es de 14 dólares con ducha incluida dentro de sus instalaciones.


DATO 7:

El boleto no lo podrán comprar en dólares (aunque a veces hacen excepciones) así que deberán pedir la dirección de la Plaza de Armas, dado que en frente de la plaza encontrarán una casa de cambio en la que pagan a 3,25 soles por dólar. 


Recomiendo cambiar unos 100 dólares por persona, eso serán unos 325 soles. Más que suficiente para cubrir todos los gastos durante su estadía en Perú. Ah, y no dejen de probar la cocina peruana, catalogada como la mejor del mundo. OJO: Avisar a los cocineros si no son tolerantes al picante. 


Miércoles 21 de junio de 2017

Llegarán a Lima alrededor de las 8 de la mañana, y en el mismo terminal de CIVA podrán ducharse y comprar el boleto hasta Tacna. 

CIVA ofrece tres paquetes hasta la frontera con Chile: EconoCIVA por 140 Soles, SuperCIVA por 160 soles Y ExcluCIVA por 180. Las últimas dos opciones ofrecen wifi, comida, pantallas individuales y su bus parte a las 4:30 de la tarde. El viaje durará 22 horas. 

Otra opción: Una de las opciones económicas podría ser la línea Imagen. El costo del boleto es de 70 a 100 soles. Incluye cena y desayuno. 

Los gastos podrían ser mayores o menores. Todo dependerá de los gustos de los viajeros. Pueden pernoctar o seguir las indicaciones señaladas para ahorrar la mayor cantidad de tiempo y dinero posible.

Jueves 22 de junio de 2017

*Tacna, Perú*

Una vez lleguen a la ciudad fronteriza con Arica, Chile. Deberán tomar un bus de 10 dólares hasta migración Perú para sellar la salida y luego pasar por migración Chile para ingresar al país austral. 

Nosotros decidimos pagar a un "facilitador" la cantidad de de 25 dólares para que nos pasara por una taquilla en la que no fueran tan "quisquillosos" con los extranjeros. 

Esto se debe a que han "rebotado" a muchos venezolanos debido a que llegan a Chile para quedarse y no para hacer turismo. (Nosotros).

Pero ojo, tengan cuidado con los distintos facilitadores que ofrecen ayuda. No todos son de confianza. Hablen con los otros venezolanos que se encuentren en el terminal y no se dejen "caer a muela".

Seguimos, nuestra experiencia fue bastante positiva, en migración no nos preguntaron absolutamente nada, ni nos pidieron contar los dólares que cargábamos con nosotros, algo que si les pasó a muchos paisanos.

Muchas personas fueron interrogadas y hasta investigadas en la página venezolana del Seguro Social. 

*¡Chi-Chi-Chi-Le-Le-Le!*

Una vez crucen la frontera, llegarán al terminal de Arica. Allí deberán comprar otro boleto para Santiago y cambiar todos sus dólares a pesos chilenos. 


DATO 8:

En el estacionamiento del terminal, hay una casa de cambio a mano izquierda de la puerta. La otra casa de cambio, está ubicada dentro del terminal. 


RE-DATO: Les recomiendo cambiar sus dólares en el terminal de Tacna. Son más tolerantes a los billetes feos, y en ocasiones puede que estén pagando más que en suelo chileno. Recuerden, los dólares feos no serán recibidos en las casas de cambio chilenas. 

Hay varias empresas que hacen el viaje hasta Santiago, y el precio del boleto ronda los 30 mil pesos. La última salida es a las 11:30 de la noche, y el trayecto hasta la capital será de unas 36 horas. 


DATO 9:
De no conseguir pasaje, deberán dormir en el terminal y esperar hasta las 6 de la mañana.


Conclusión: Si bien el viaje puede hacerse con 300 dólares (incluso menos) incluyendo comida, gustos y antojos, necesitarán al menos 400 dólares para poder movilizarse dentro de Chile. Si no poseen familia o amigos que los reciban, es recomendable contar con más dinero. Al igual que aquellos que viajan con familias completas.



Este es el tercer post de un proyecto que nace con la intención de contar nuestras historias en Chile de forma jocosa y personal. Ante cualquier duda o comentario, pueden escribir abajo o contactarnos a través del correo electrónico tecuentochile@gmail.com. No olvides seguirnos en instagram @tecuentochile para que no te peles la próxima publicación y también seguirte mostrando, a través de fotografías, nuestra mirada de este hermoso país


miércoles, 29 de marzo de 2017

¿Trabajo al tiro? Sí es posible



Por: Daniel García Vargas
Tw: @DanielGarciaGol
IG: DanielGarciaVargas

Chamo, aquí conseguir trabajo no ta' nada fácil... ese ha sido el comentario más común, y sincero, que he escuchado desde nuestro arribo a la ciudad de Santiago, pero ¿qué tan cierto es? Aquí te lo contamos desde nuestra perspectiva.

Como toda metrópoli de América, y del mundo, la capital chilena ofrece un abanico de opciones tan inmensa que a veces luce inagotable e imposible saber hasta dónde puedes llegar. Hay de todo, y en masa: desde kioskos de periódicos, hasta emporios mundiales en materia de minería y recursos naturales, sin pasar por grandes empresas transnacionales y franquicias por doquier. Un manjar.

Pero, ¿por dónde empezamos? Soy de las personas que les gusta que le hablen con la verdad, y no que le pinten un panorama rosa que te va a predisponer 100% positivamente y que, quizá, pueda romperse por completo si por mala suerte te tropiezas con una experiencia desagradable en tu camino al objetivo que te hayas trazado en el exterior.

Buscar, y hallar, empleo como extranjero no es nada sencillo. Sin embargo, Dios primero, en lo particular puedo contarles -con una sola palabra- cómo logré calar en el mercado laboral austral con tan solo un intento: actitud.

¿Actitud, solo eso? Sí, parece mentira, pero en esta labor de hormiga esto es fundamental más allá de un currículo pintoresco o la buena presencia. Les cuento: un gran amigo notó que cerca de su trabajo estaban a punto de abrir un nuevo local y enseguida me contactó. No lo pensé, puesto que el día anterior había iniciado mi búsqueda y tenía los currículos calienticos. Inmediatamente fui para allá y al llegar me encontré con el dueño, quien se notaba preocupado. Estaba a punto de inaugurar y el personal no había llegado. Parecía una victoria segura para mi... pero por sorpresa no fue así.

Sí... el encargado dudó en darme un puesto y solo me dijo "ok, yo te llamo si es que hace falta". No obstante, ahí puedo presumir de un gran acierto: actitud. Pese al poco orgullo que te pueda quedar tras ser profesional y no conseguir calar en un local pequeño, le dije que estaba bien y que me permitiera, al menos, echarle una mano mientras llegaba el personal, a lo cual accedió con cierto recelo. Luego de ayudarlo con la limpieza y toda la logística de apertura, resignado, le di la mano en forma de despedida, pero por fortuna cedió: gracias, pero quédate, quiero que trabajes conmigo. ¡Pum!

La competencia a diario crece de acuerdo a la cantidad de chilenos que cambian de empleo o se gradúan de las universidades, y también tenemos que agregarle el arribo masivo de extranjeros a la Región Metropolitana, por lo cual la actitud se encamina a ser la mejor carta de presentación, al menos, de buenas a primeras como extranjero recién llegado al sur del mundo.

La verdad tengo mucho que agradecerle a ese momento en que decidí respirar profundo y ayudar de todos modos. Creo que esa amabilidad desinteresada es innata del venezolano y, hablando en criollo, no podía "dejar morir" a mi ahora jefe por el hecho de haberme prácticamente cerrado las puertas de su organización a primera vista. Hoy en día sigo ahí, pero ahora en función de encargado con beneficios superiores a los de ley y mucha estabilidad, pero, más allá de la confianza, puedo decir que con un amigazo como superior que, de a poco, comienza a apreciar y gustarle la cultura criolla a tal punto que repite que cuando me vaya a otra pega, le deje algún paisano recomendado.

Este es el segundo post de un proyecto que nace con la intención de contar nuestras historias en Chile de forma jocosa y personal. Ante cualquier duda o comentario, pueden escribir abajo o contactarnos a través del correo electrónico tecuentochile@gmail.com. No olvides seguirnos en instagram @tecuentochile para que no te peles la próxima publicación y también seguirte mostrando, a través de fotografías, nuestra mirada de este hermoso país


viernes, 16 de diciembre de 2016

Un aterrizaje de nervios y emoción



Por: Daniel García Vargas
Tw: @DanielGarciaGol
IG: DanielGarciaVargas

Prepárense para el aterrizaje (voz de piloto)...¡Y pum! Las ruedas del avión tocaron por primera vez el suelo de Chile, luego de un viaje con dos escalas previas más otra estadía de un par de días en la hermosa Bogotá antes departir a la capital austral a través de la empresa Latam. Enseguida me persigné como muestra de agradecimiento a Dios y también como señal por haber llegado a la tierra prometida, en esa en la que queremos echar pa' adelante, como decimos en Venezuela.

El proceso de inmigración de mi vuelo fue llevado a cabo en la ciudad de Antofagasta, justamente la escala previa antes de nuestro verdadero destino: Santiago. En el aeropuerto Andrés Sabella bajaron todas nuestras maletas y uno a uno fuimos muy bien llevados por un par de agentes (mujeres) de la PDI (Policía de Investigaciones de Chile) a armar una fila para pasar a las ventanillas. Sin duda, les confieso que el nerviosismo trató de apoderarse de mí, por todo lo previo que había leído en los grupos. Están regresando gente... si no traes al menos mil dólares no te dejan pasar... si te ven nervioso te meten pal' cuartico... todos esos recuerdos cruzaban mi cabeza, pero intenté mantener la serenidad y recordar que cada experiencia es distinta y, sobre todo, que no vengo a hacer algo ilícito a este hermoso país, todo lo contrario.

Una a una las personas fueron pasando y entrando, todas de forma exitosa, y eso me llenó de confianza al momento en el que escuché el siguiente, por favor.¿Les doy un consejo? Sean precavidos. Las agentes durante todo el rato repitieron en la cola que tuviesen todos sus documentos a la mano, y con todo y eso me avergoncé de ver los gestos de los mismos cuerpos de seguridad al ver que los viajeros llegaban a la ventanilla y se daban cuenta de que no sabían dónde habían dejado su pasaporte. En fin. Al momento en que mi turno llegó, llegué sereno. Saludé y entregué mi pasaporte.

-Buenas noches, ¿cómo está? ¿Don Daniel? ¿a qué viene a Chile?

-Hola, muy bien gracias ¿y usted, cómo está? Vengo de vacaciones. Tengo un primo en la Región Metropolitana que me invitó a pasar unos días de descanso para desconectarme un poco de Caracas.

-Entiendo, muy bien. ¿a qué se dedica en Venezuela?

-Soy periodista, me especialicé en deportes. Así que vengo también a echarle una miradita al estadio Nacional y al Monumental, eso es prioridad (dije entre risas).

-Ahhh ¿periodista en Venezuela? Qué difícil eso, eh. Claro, el Monumental, supongo habrá escuchado hablar del Colo-Colo.

-Sí claro, el eterno campeón. A eso vengo.

-¿A qué dirección va a llegar?

-A esta (carta de invitación).

-¿Cuándo retornará? ¿Tiene boleto de regreso?

-Sí, claro, el último de este mes.

-Ya. Bienvenido a Chile, siga. 


Todo salió de maravilla. Gracias a Dios. Luego de eso, pasé a la correa a retirar mi equipaje y seguí hasta la salida de la puerta (gate) donde nos esperaba una revisión manual de nuestras maletas para pasar a tomar la conexión hasta la capital. El procedimiento fue rápido. Habían cinco oficiales en un mesón largo en el que tienes que abrir todo lo que lleves empacado. A menos de que lleves algún objeto de origen vegetal, animal, equipos electrónicos cuyos costos superen (si mal no recuerdo) los diez mil dólares, o estupefacientes, el chequeo transcurre de forma normal y tarda menos de cinco minutos. Llevaba un guante de béisbol que, por naturaleza, es de cuero animal, pero por fortuna el oficial conocía el deporte y supo al tiro que se trataba de un artículo deportivo y no hubo mayor detalle. Revisaron mi ropa, los bolsillos chicos, mi bolso de mano en la que llevaba mi computador y un bolso de medio lado para llevar entremeses, el pasaporte, los boarding pass y esas cosas de bolsillo.

Luego de eso, salté directo a la quinta puerta en la que ya estaba posado el avión que nos llevaría a Santiago. Abordamos y despegamos... Ya en el camino, justo antes de aterrizar, me percaté que detrás de mi asiento un caballero de acento gocho hablaba de Venezuela. Justo, un paisano. Y al lado otro, y dos filas más atrás también otra pareja. A mi lado, una ciudadana argentina. En la otra esquina, una española. La diversidad y la multiculturalidad se vive desde antes de bajar. Y eso me encanta.

Prepárense para el aterrizaje (voz de piloto)...¡Y pum! De nuevo me persigné. Este sí era el destino final del viaje y mi primer contacto a mis 24 años de edad con la capital chilena, esa bella ciudad de la que estuve atento con más de un año de anterioridad y que cada mañana me gustaba un poco más con todo su amplio menú para ofrecer. En el aeropuerto Arturo Meriño en Pudahuel, Ahíno hubo revisión, puesto que ya la habíamos hecho previamente en Antofagasta. Simplemente fuimos a la correa, recogimos y buscamos la salida.

Como en todo aeropuerto, en la puerta de salida hay un millón de taxis, pero si llegan nuevos no tengan ningún tipo de temor en buscar (puerta tres) a la empresa TransVIP. Con tu dirección en mano, te montan en una especie de camioneta tipo VAN en la que irás junto a tres, cuatro o cinco pasajeros más en la carrera, cuyo orden dependerá del conductor. Lo importante es que vas seguro y con un chofer que conoce la ciudad, y que de todos modos si no sabes explicarle, con amabilidad tratará de resolverte con tal de dejarte en la puerta de la casa y bajarte la maleta, de la maleta (valga la redundancia). Lo mejor de esta organización, es que como el viaje es compartido, por supuesto el costo es muchísimo menor al de una carrera particular. Recuerdo que al sitio al que llegaba, un taxi común cobraba 12 mil pesos (18 dólares) y con ellos la cifra bajó a 8 mil (12 dólares).

Así fue mi llegada a Chile, luego de una escala que para muchos parecería eterna, pero que la verdad disfruté cada instante dentro y fuera del avión. En Bogotá pude probar la bandeja paisa, conocer parte de la zona norte y caminar por un aeropuerto de El Dorado que de verdad está en unas condiciones envidiables, mientras que en Perú logramos compartir unos caramelos de coca y chicha morada riquísimos, justo antes de llegar a Antofagasta, aunque lamentando haberlo hecho de noche puesto que eso no nos permitió admirar a cabalidad los desiertos y zonas áridas que rodean su terminal.

La verdad, mi consejo es que disfruten al máximo su viaje. Es un momento único que se puede conceptualizar como el proceso de transformación en pleno hacia su nueva etapa. No se presionen, no dejen que la ansiedad los consuma y aprovechen de descansar, ya que sea por tierra o aire, la distancia entre ambos países (Venezuela-Chile) es considerable.



Este es el primer post de un proyecto que nace con la intención de contar nuestras historias en Chile de forma jocosa y personal. Ante cualquier duda o comentario, pueden escribir abajo o contactarnos a través del correo electrónico tecuentochile@gmail.com. No olvides seguirnos en instagram @tecuentochile para que no te peles la próxima publicación y también seguirte mostrando, a través de fotografías, nuestra mirada de este hermoso país
¡Muchas gracias!