miércoles, 29 de marzo de 2017

¿Trabajo al tiro? Sí es posible



Por: Daniel García Vargas
Tw: @DanielGarciaGol
IG: DanielGarciaVargas

Chamo, aquí conseguir trabajo no ta' nada fácil... ese ha sido el comentario más común, y sincero, que he escuchado desde nuestro arribo a la ciudad de Santiago, pero ¿qué tan cierto es? Aquí te lo contamos desde nuestra perspectiva.

Como toda metrópoli de América, y del mundo, la capital chilena ofrece un abanico de opciones tan inmensa que a veces luce inagotable e imposible saber hasta dónde puedes llegar. Hay de todo, y en masa: desde kioskos de periódicos, hasta emporios mundiales en materia de minería y recursos naturales, sin pasar por grandes empresas transnacionales y franquicias por doquier. Un manjar.

Pero, ¿por dónde empezamos? Soy de las personas que les gusta que le hablen con la verdad, y no que le pinten un panorama rosa que te va a predisponer 100% positivamente y que, quizá, pueda romperse por completo si por mala suerte te tropiezas con una experiencia desagradable en tu camino al objetivo que te hayas trazado en el exterior.

Buscar, y hallar, empleo como extranjero no es nada sencillo. Sin embargo, Dios primero, en lo particular puedo contarles -con una sola palabra- cómo logré calar en el mercado laboral austral con tan solo un intento: actitud.

¿Actitud, solo eso? Sí, parece mentira, pero en esta labor de hormiga esto es fundamental más allá de un currículo pintoresco o la buena presencia. Les cuento: un gran amigo notó que cerca de su trabajo estaban a punto de abrir un nuevo local y enseguida me contactó. No lo pensé, puesto que el día anterior había iniciado mi búsqueda y tenía los currículos calienticos. Inmediatamente fui para allá y al llegar me encontré con el dueño, quien se notaba preocupado. Estaba a punto de inaugurar y el personal no había llegado. Parecía una victoria segura para mi... pero por sorpresa no fue así.

Sí... el encargado dudó en darme un puesto y solo me dijo "ok, yo te llamo si es que hace falta". No obstante, ahí puedo presumir de un gran acierto: actitud. Pese al poco orgullo que te pueda quedar tras ser profesional y no conseguir calar en un local pequeño, le dije que estaba bien y que me permitiera, al menos, echarle una mano mientras llegaba el personal, a lo cual accedió con cierto recelo. Luego de ayudarlo con la limpieza y toda la logística de apertura, resignado, le di la mano en forma de despedida, pero por fortuna cedió: gracias, pero quédate, quiero que trabajes conmigo. ¡Pum!

La competencia a diario crece de acuerdo a la cantidad de chilenos que cambian de empleo o se gradúan de las universidades, y también tenemos que agregarle el arribo masivo de extranjeros a la Región Metropolitana, por lo cual la actitud se encamina a ser la mejor carta de presentación, al menos, de buenas a primeras como extranjero recién llegado al sur del mundo.

La verdad tengo mucho que agradecerle a ese momento en que decidí respirar profundo y ayudar de todos modos. Creo que esa amabilidad desinteresada es innata del venezolano y, hablando en criollo, no podía "dejar morir" a mi ahora jefe por el hecho de haberme prácticamente cerrado las puertas de su organización a primera vista. Hoy en día sigo ahí, pero ahora en función de encargado con beneficios superiores a los de ley y mucha estabilidad, pero, más allá de la confianza, puedo decir que con un amigazo como superior que, de a poco, comienza a apreciar y gustarle la cultura criolla a tal punto que repite que cuando me vaya a otra pega, le deje algún paisano recomendado.

Este es el segundo post de un proyecto que nace con la intención de contar nuestras historias en Chile de forma jocosa y personal. Ante cualquier duda o comentario, pueden escribir abajo o contactarnos a través del correo electrónico tecuentochile@gmail.com. No olvides seguirnos en instagram @tecuentochile para que no te peles la próxima publicación y también seguirte mostrando, a través de fotografías, nuestra mirada de este hermoso país